2012/07/20

El bosón de Higgs

Después de una cuantas entradas de naturaleza un poco más mundana, volvamos a la línea dura del blog. El 4 de julio de 2012, los científicos del LHC del CERN y, en particular, los directores de los detectores CMS y Atlas anunciaron la detección, con un margen de error muy pequeño, del bosón de Higgs.

Seguro que ya todos han oído hablar o leído sobre el bosón de Higgs. Dentro el Modelo Estándar, que unifica la interacción electromagnética, la interacción débil (responsable de la desintegración de algunos átomos) y de la interacción fuerte (la que mantiene unidos a protones y neutrones en los núcleos atómicos), el bosón de Higgs es el responsable de dotar de masa a las partículas de materia, así como a algunas de las partículas mediadoras de las interacciones descritas (una partícula mediadora es la partícula asociada a un campo; por ejemplo, el fotón, la partícula que transporta la luz, es la mediadora de la interacción electromagnética).

El bosón de Higgs ha recibido la denominación de "partícula de Dios", porque en su ausencia el universo no sería como es. Sin masa, "todo" se movería a la misma velocidad que la luz y el tiempo desaparecería, además de que no habría átomos.

¿Cómo actúa el bosón de Higgs? Básicamente, el bosón de Higgs lleva asociado un campo de energía (como el campo gravitatorio o el eléctrico) que permea todo el espacio (esto significa que en cada punto del espacio hay un valor del campo de Higgs), como si fuese una sustancia pegajosa. Las partículas de materia (y algunas de las que median las fuerzas fundamentales) se "adhieren un poco" al campo de Higgs, en un efecto que dotas a dichas partículas de inercia. Ese efecto es la masa. Sin embargo, los fotones no se "pringan", es como si estuviesen enjabonados y no se ven afectados por la sustancia pegajosa.

Para mi, lo auténticamente fascinante del asunto, es que Higgs (y antes que él Anderson) predijeron la existencia del bosón de Higgs como mecanismo de generación de masa a partir del análisis de las simetrías que las interacciones que integran el Modelo Estándar deben satisfacer. Es el camino inverso al de Newton. Newton sintió la manzana caer sobre su cabeza, y de ahí se abstrajo hasta formular su Ley de la Gavitación. Higgs lo hizo al revés. A partir de propiedades matemáticas de las interacciones, formuló la necesidad de la existencia del bosón que lleva su nombre. (Estas propiedades se denominan simetrías; una simetría es una propiedad de las ecuaciones que describen la dinámica de un sistema físico en virtud de la cual las maginitudes observables permanecen invariantes frente a dicho cambio. Por ejemplo, las leyes de Newton son las mismas con independencia de que se las formule en Oxford o en Madrid; es decir, aunque traslademos el sistema de referencia, las leyes de Newton permancen invariantes).

En otros términos, la forma matemática de las ecuaciones determina en buena medida la dinámica del sistema físico descrito. ¿Qué nos dice esto? Pues nos dice que buena parte de la realidad es pura forma, que incluso el contenido material y dinámico del universo es forma.

Y en fin, no puedo evitarlo, nos dice que Platón tenía razón...

2012/07/15

La purga

El partido Popular en el gobierno está culminando una purga en toda la regla en RTVE. Al anterior gobierno se le pueden criticar muchas cosas, de hecho casi todas, pero cuenta en su haber con un mérito incuestionable: convirtió la radio-televisión pública en una plataforma abierta de información y entretenimiento. Por primera vez en nuestra democracia, pasamos de una RTVE de partido a una RTVE auténticamente plural.

El PP ha acabado con esto. Cambiaron la ley para permitir que la elección del presidente de "ente" se llevase a cabo en el parlamento por mayoría absoluta en vez de mayoría cualificada (creo recordar que de los 3/5 de la cámara). Nombraron un presidente del "ente" de su agrado... y los acontecimientos se han precipitado.

Primero fue la sustitución de Fran Llorente (recomiendo que se consulte en Internet la relación de premios nacionales e interbacionales recibidos por la calidad y pluralidad de los informativos de RTVE bajo su dirección) al frente de los informatvos, para sustituirlo por un periodista porcedente de... ¡Telemadrid! (toda una declaración de intenciones). Pepa Bueno salió. Y no esperamos volver a ver a Ana Pastor.

Sin embargo, a mí lo que más me está doliendo es lo que está ocurriendo en RNE. En casa somos "muy de radio", Escuchamos la radio por la mañana, en ocasiones a ratos sueltos por la tarde, en el coche en los viajes, y muchas veces en las mañanas de los fines de semana. Diría que en los últimos años años los diales de las radios familiares se han oxidado, porque siempre estuvieron situados en la frecuencia de Radio Nacional.

Juan Ramón Lucas nos ha ido seduciendo poco a poco, y hemos acabado queriéndole. Lucas es la honestidad, la cercanía, la bondad, la ecuanimidad. Ha dignificado la tarea de informar (y me imagino que de entretener, pero en esa "franja horaria" yo ya estoy trabajando). Ha sabido manejar como nadie el balance entre dar la voz a todos y permitir que la suya sonase, casi más de forma implícita que explícita. Ha ido hacendo crecer la audiencia de "En días como hoy" poco a poco, sin estridencias, sin amarillismos, con rigor. Irreparable pérdida.

Pepa Fernández es la número uno. Es la inteligencia, el sentido del humor, la palabra bien tratada, el gusto por rodearse de colaboradores de primer nivel (en contra de la tendencia de tantos a rodearse de mediocres), la imaginación, la alegría. Ha transformado las mañanas de los fines de semana de "los minutos basura" de la parrilla a un horario estelar. Cómo vamos a echarla de menos, y a Forges, y a Juan Carlos Ortega, y a Leontxo García, y a Íñigo/Pardo, y a Marina, y a ...

Toni Garrido... me gusta menos. Es ingeniosísimo, rápido, gracioso. Pero su ramalazo progre a la "Gran Wyoming" me resulta trasnochado y facilón... aún le recuerdo haciendo mofas a las torturas que John McCain sufrió en Vietnam... No le echaré tanto de menos.

En fin, habrá que volver a engrasar el dial. Julia (Otero), la única mancha de infidelidad a mi devoción por RNE, a tus manos encomiendo mi espíritu.

El PP no acaba de interiorizar que están en el gobierno "de prestado". No me malinterpreten. Su posición en el gobierno es totalmente legítima, además de legal. Pero Arriola aún no les ha explicado de forma suficientemente convincente que, para ganar, el PP necesita que la izquierda no se movilice del todo. Si la izquierda va toda ella a votar, y su voto está razonablemente concentrado, si la participación, en vez del 65% es del 78%, la izquierda gana las elecciones en España. España es de centro-izquierda.

Y, señores del PP, estas cosas que hacen ustedes nos movilizan. No podremos soportar de nuevo una RTVE exclusiva de Carlos Dávilas, Curris Valenzuelas, de inflitrados de Intereconomía, de la COPE, de ... unidimensional, casposa, manipuladora (a imagen y semejanza de Telemadrid). Vaya que si nos movilizaremos.

2012/07/10

El Síndrome de Salieri

Antonio Salieri es uno de los pesonajes de la historia moderna que más me llama la atención. Salieri fue un músico del periodo clasicista, contemporáneo de Mozart, instalado en la corte de José II en Viena como maestro de capilla y compositor. Salieri fue un músico reconocido en su tiempo, y contó entre sus alumnos a Beethoven y Schubert, nada más y nada menos. La relación entre Mozart y Salieri es el núcleo de la película Amadeus de Milos Forman, que narra la rivalidad entre los dos hombres. Aunque los historiadores rigurosos no dan demasiado crédito a tal rivalidad, a mi me interesa lo que la película revela; digamos que lo que cuenta Forman "si non è vero é ben trovato".

Salieri amaba la música con pasión. La música era toda su vida y a ella se consagraba. Vivía por y para la música. Salieri era, tal y como Forman lo describe, un monje de la música. Y, hasta que conoce a Mozart, Salieri se siente correspondido por la música. Para él, sus composiciones, sus conciertos y, sobre todo, sus óperas, que arranca a la musa con dificultad, son signos de la correspondenca que la música hace a su amor. Sus obras son la prueba tangible de que la música lo ama a él con la misma devoción, la misma pasión que él le profesa a ella.

Hasta que conoce a Mozart. Cuando Salieri escucha la música de Mozart, se da cuenta de que ésta se encuentra en otra dimensión, que la música de Mozart es excelsa, es divina, es perfecta. Dos sentimientos lo arrebatan de inmediato. Por una parte, la belleza de la música de Mozart lo lleva a un trance de arrobamiento ante lo nunca escuchado antes. Por el otro, toma conciencia de que la música se ha burlado de él, de que nunca le correspondió, de que lo que le regalaba a él eran meros arrumacos para pasar el tiempo, mientras su corazón, el corazón de la música, la pasión de la música eran para Mozart. Al impacto conjunto de estos dos sentimientos yo lo llamo el "síndrome Salieri".

Y lo peliagudo del asunto es que él, Antonio Salieri, amaba a la música tanto o más que Mozart. ¿Cómo era posible tamaña injusticia? ¿Cómo era posible que la música, a la que Salieri amaba con mayor devoción y pasión que el propio Mozart, decidiese escoger a éste para entregarle su amor?

¿Acaso no da el amor absoluto el derecho a ser correspondido?

No solo Salieri ha sufrido en la historia. ¡Cuántos matemáticos han dedicado su vida a la resolución de un problema, al que han cortejado y cortejado durante décadas, para asistir, padeciendo en el alma la punzada del Síndrome de Salieri, que otro, no siempre más dedicado, no siempre más delicado, es el agraciado al que la forma matemática se rendirá!

Gottlob Frege, el inventor de la lógica matemática moderna, es otro ejemplo. Cuando se disponía a publicar la segunda edición de sus Principios Básicos de la Aritmética, recibió una carta de Bertrand Russell en la que éste le comunicaba el descubrimiento de una profunda inconsistencia en su sistema. En lo que el propio Russell describió como el "mayor ejerccio de honestidad intelectual", Frege escribió en el prólogo de su libro lo siguiente: "Con nada más indeseable puede enfrentarse un científico que con deshacerse de sus fundamentos después de terminar su obra. Me ha puesto en esa situación una carta de Mr. Bertrand Russell cuando estaba a punto de mandar mi obra a la imprenta".

Y tantos, y tantos y tantos.

¿Por qué la belleza y la verdad son tan injustas, arbitrarias y caprichosas, y no corresponden a nuestro amor con un amor igual?

Ahh, menos mal que nos queda la vida.