2012/01/29

El fin y los medios

En las anteriores inserciones sobre el bien y el mal el tratamiento ha sido bastante extremado, bastante de blancos y negros. Para poner de manifiesto las características del mal a las que me quería referir busqué, de forma premeditada y manifiesta, situar el razonamiento en el límite del mal absoluto o del mal gratuito. Pero la vida no es así. En la vida raramente se plantean situaciones de mal absoluto, de mal gratuito, del mal que se ejerce por el mero placer de hacerlo.

Un patrón que se repite con frecuencia la vida real es el de la contraposición de los fines (supongamos que "buenos") y los medios (por contraposición, "malos"). Un ejemplo de ese patrón es el de la causación de mal en defensa propia. La defensa de la propia vida, de la propia integridad (volveré después sobre este concepto, con un ámbito de aplicación diferente) física o de la propiedad, concebidos como bienes en sí mismos, se convierte en un fin cuya consecución justifica el concurso de medios "malos", llegando incluso a justificar (legalmente, ¿moralmente?) la causación de la muerte del agresor. Otro ejemplo es la mentira piadosa, la mentira que se profiere para ahorrar al interlocutor un mensaje que le hará sufrir. Decimos a nuestros hijos que no hay que decir mentiras, pero nosotros mismos, con mayor o menor frecuencia, recurrimos a la mentira piadosa.

¿Cuándo justica el fin los medios empleados para conseguirlo? Los principios morales, ¿son válidos con independencia de la situación concreta en la que hay que llevarlos a la práctica? Veamos.

Matar a un ser humano entra de lleno en "el mal". Hasta aquí, creo que todos de acuerdo. Pero, ¿hubiera sido malo un hipotético asesino de Hitler en 1942, cuando los nazis estaban a punto de poner en marcha la maquinaria de la solución final? ¿Hubiera sido malo un presunto asesino de Harry Truman cinco minutos antes de que éste diese la orden de lanzar la bomba atómica sobre Hiroshima? ¿Y cinco minutos antes de que diese la orden de lanzar una bomba similar sobre Nagasaki? ¿Fue Truman un hombre "malo"?

La tortura es mala. Hasta aquí todos de acuerdo. Pero, ¿hubiéramos dicho que un hipotético torturador que, por mor de su acción, hubiese evitado los atentados del 11 S  o del 11 M, era malo? Si torturando a Eichman se hubiese podido detener el holocausto (como hipótesis de trabajo), ¿hubiéramos dado la orden de hacerlo?

Se puede argumentar de esta forma: "Si el fin es un bien netamente indiscutible, y mucho "mayor" que el mal implícito en el medio para conseguirlo, entonces el fin justifica el medio elegido". Sin embargo este argumento es resbaladizo. En primer lugar, ¿quién tiene que hacer el "cálculo", y cómo se hace? En los ejemplos que he expuesto hay una evidente desproporción entre el bien del fin y el mal del medio, pero ¿qué ocurre en situaciones menos claras? Y, desde el punto de vista moral, ¿dónde se establece la línea roja que nunca se debe traspasar? En segundo lugar, la aceptación de que en ocasiones el fin justifica los medios empleados supone la suspensión del principio que, desde mi punto de vista, fundamenta toda la moral, en cualquiera de sus formulaciones, bien sea el imperativo categórico o el "ama a tu prójimo como a ti mismo" (Jesús tuvo buen cuidado de concretar el principio, ilustrando con ejempos concretos a quién se debía considerar prójimo; los ejemplos mostraban bien a las claras que prójimos eran todos los otros humanos, incluso los más despreciables por razones de etnia o religión).

Algunos de los líderes morales más destacados han sostenido posiciones radicales rechazando que existan situaciones en las que el fin justifique los medios. A mi me llama poderosamente (la atención) la figura de Gandhi. Para Gandhi el ejercicio de la violencia contra un semejante nunca estaba justificada. No sé hasta qué punto será verídica la cita, pero en la película de Attenborough, en un momento en el que en una asamblea un seguidor grita "si tocan a mi mujer los mataré", Gandhi, desde el escenario, replica, "esa, amigos míos, es una causa por la que yo estoy dispuesto a dar mi vida, pero en ningún caso a tomar la de nadie". ¿Que hay detrás de posiciones como las del Mahatma?

Yo creo que lo que hay detrás es la noción de integridad de la persona. Creo que Gandhi, y otros como él, han pensado que la integridad de la persona, la integridad del alma (en un sentido no religioso), es el bien supremo, un bien que no puede negociarse. Y cuando el hombre "bueno" causa un mal, en la ecuación hay que incluir la pérdida de su integridad personal. Y esa pérdida no se puede ver compensada por nada. El hombre que "cruza" la línea roja, que visita "el otro lado", que se asoma al "lado oscuro de la fuerza" pierde su integridad; una parte de él ha perdido la pureza. Quizás la línea roja, a partir de ese momento, se desplace y nuestro hombre ya nunca sea el mismo. Y esa es una pérdida irreparable.

Es bien cierto que esta forma de ver las cosas no se compadece bien con la naturaleza del ser humano o, mejor dicho, con la Naturaleza. En la Naturaleza todo es competencia por la supervivencia. La evolución es la historia del recurso a cualquier medio para conseguir el fin último, la supervivencia. De forma que, ¿qué es lo que cabe exigirle al ser humano? Los sistemas legales parecen intentos de conseguir un equilibrio razonable entre males mayores y menores, tratando de orientar la conducta del humano hacia el mal menor. Pero, ¿y desde la óptica de la moral? ¿Justifica moralmente el fin los medios en algunas situaciones?

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