2011/12/24

Navidad

Otro año más la Navidad ha llegado. Si bien la Navidad es una festividad de raíz cristiana, celebrando la venida al mundo de Jesús de Nazaret, incluso en las sociedades más secularizadas su potencia evocadora trae al primer plano de nuestras vidas, en estos días, sentimientos de bondad y de esperanza. Es bien cierto que también nos sumerge en una vorágine de consumismo sólo atemperado por los rigores de la crisis, pero ese no es el tema del que me quiero ocupar hoy.

Bondad, hacer el bien. Hacer el bien de forma gratuita, sólo porque el bien es un valor que queremos preservar. Interiorización del pensamiento y del obrar circulares en virtud de los cuales hacemos el bien porque eso es lo bueno. Hacer el bien aunque no nos reporte nada más que la propia satisfacción de hacer el bien, esa sensación de entrar en resonancia con la bondad. Creer en la bonda y actuar en consecuencia. Dejar a un lado los intereses y el cálculo, dejar a un lado la utilidad y el rendimiento, y hacer el bien por el bien en sí mismo. Ser buenos porque eso es lo bueno. Ser buenos a pesar de parecer tontos. Asumir esta lógica autorreferente de la bondad.

Esperanza. Creer que es posible tener un mundo mejor. Renovar esta creencia, a pesar de que cada año la vida nos da más y más razones para dejarla a un lado. Renovar la ingenuidad. Limpiar el alma, purificarla. Pensar que sí merece la pena poner en cada palabra, en cada acto, un granito de arena para hacer un mundo mejor. Renovar la fe en que la vida tiene un sentido, y que ese sentido quizás sea dejar el mundo en mejor situación de la que nos lo encontramos. Construir y no destruir. Volver a ser jóvenes.

Para mi este es el sentido de la Navidad. Y pienso que la religiosidad no viene tanto determinada por las respuestas cuanto por las preguntas. Y es por esto que sí creo que la Navidad es la festividad religiosa por antonomasia, porque es la festividad de la bondad y la esperanza.

A los tres o cuatro lectores de este blog, os deseo una Navidad llena de bondad y esperanza, y un 2012 colmado de felicidad, satisfacciones y paz.

8 comentarios:

  1. Graciñas y Felices Fiestas te deseo a ti también. !Bicos!

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  2. Reflexionar sobre quién se es, cómo se es, en qué se está convirtiendo... sobre qué ha hecho, qué ha conseguido, cómo ha respondido a los retos y situaciones a las que se ha enfrentado, si tenía otras opciones, si ha elegido la correcta, si ha dado, cuánto ha dado, si ha escuchado, si se ha enterado de lo que le decían, si ha compartido, qué ha aprendido, qué ha recibido,si ha entendido lo que querían de uno, si se siente satisfecho, si se siente feliz, si tiene nuevos propósitos para el futuro, a dónde quiere llegar, qué le gustaría conseguir, qué le gustaría dar... eso también es la Navidad. Felíz Navidad a todos!

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  3. Muchas felicidades primer mejor amigo.

    Un abrazo,

    Jaime

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  4. Primero, feliz Navidad, Lorenzo. De este amigo ateo irredento con el que tantas cosas compartes. En particular el disfrute de la Navidad. El deseo de repartir bondad y la esperanza en un mundo mejor. Y la ilusion de los Reyes Magos, que no del consumismo del Corte Ingles. Y queria solo puntualizar que todas esas cosas estan para mi muy muy lejos de cualquier religion. Son cosas tan humanas, tan eternas, que ñpor supuesto las comparten los hombres de bien, ya sean religiosos, registradores de la propiedad, astronautas o personas de estas que no creemos en los espiritus.
    Emilio
    Un abrazo cuerte y de nuevo feliz Navidad!

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  5. Justo a eso me refiero Emilio. Yo, que soy también ateo, desde hace poco tiempo, creo sin embargo que esas custiones son las que determinan la religiosidad. Un abrazo.

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  6. Sí, mi amor, también eso de lo que hablas es Navidad. Cuando el gran reloj astronómico se dispone a dar otra vuelta más, llega el momento de hacer balance... y propósito.

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  7. ¡Magnífico, Lorenzo! Te leo mientras ceno en Miami con Augusto y Luis.
    Feliz año (con permiso de Rajoy)

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  8. Muchas gracias. La verdad, yo tenía que haber sido primo de la familia Baena... ¡el primo socialdemócrata!

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