2014/09/10

La lírica de la ciudadanía

Esta nota será breve. Los que seguimos creyendo en los valores de la Ilustración nos hemos dejado arrebatar la primacía en el terreno de la lírica por los neorrománticos, con sus relatos idílicos de las arcadias perdidas de corte nacionalista. Sin embargo, deberíamos reivindicar la inmensa belleza del concepto de ciudadanía: libertad, igualdad, fraternidad, con independencia de las creencias religiosas, de la lengua, del folclore, del equipo de fútbol preferido, de las preferencias para el disfrute del tiempo libre. ¿Qué puede haber más bello que dos seres humanos, igualados por sus derechos (construcción colectiva que emana de la razón), que se reconocen como iguales, como hermanos en su destino humano común, y que se disponen juntos a determinar el futuro que los une?